La raclette es un plato típico de Suiza que se ha extendido por todo el mundo debido a su delicioso sabor y su fácil preparación. Este plato consiste en derretir queso en un grill o en una piedra caliente y luego servirlo sobre distintos acompañamientos, como papas, verduras y carnes. A continuación, te contaremos más sobre este exquisito plato y cómo prepararlo en casa.
Origen e historia de la raclette
La raclette tiene su origen en la región de Valais, en Suiza, donde se empezó a consumir en el siglo XVII. En esa época, los pastores de la zona llevaban queso y papas a las montañas para alimentarse durante sus largas jornadas de trabajo. Para calentar el queso, lo colocaban cerca del fuego y luego lo raspaban sobre las papas, creando así el primer plato de raclette.
Con el paso del tiempo, este plato se fue popularizando en toda Suiza y en países vecinos como Francia y Alemania. En la actualidad, la raclette es uno de los platos más conocidos de la gastronomía suiza y se ha extendido por todo el mundo gracias a su sabor único y su versatilidad.
Preparación de la raclette
La preparación de la raclette es muy sencilla y no requiere de muchos ingredientes. Lo primero que necesitas es un queso adecuado para derretir, como el queso raclette, el queso gruyere o el queso emmental. Luego, debes cortar el queso en rebanadas finas y colocarlo en un grill o en una piedra caliente hasta que se derrita.
Mientras el queso se derrite, puedes ir preparando los acompañamientos. Las papas son un clásico de la raclette, pero también puedes incluir verduras como champiñones, cebollas, tomates y pimientos. También puedes agregar carnes como jamón, salchichas o pollo para hacer un plato más completo.
Consejos para una raclette perfecta
Para que tu raclette sea un éxito, aquí te dejamos algunos consejos importantes:
- Elige un queso adecuado: como mencionamos antes, es importante elegir un queso que se derrita fácilmente. Si no encuentras queso raclette, puedes optar por otros quesos similares como el gruyere o el emmental.
- Corta el queso en rebanadas finas: esto facilitará su derretimiento y hará que sea más fácil de servir.
- Utiliza una piedra caliente o un grill: estos son los métodos tradicionales para preparar la raclette, pero si no tienes ninguno de ellos, también puedes utilizar una sartén o una olla.
- Varía los acompañamientos: la raclette es un plato muy versátil, así que no tengas miedo de probar diferentes combinaciones de papas, verduras y carnes.
Disfruta de la raclette en casa
Ahora que conoces más sobre la raclette, ¿por qué no prepararla en casa y disfrutarla con tu familia y amigos? Además de ser una opción deliciosa para una cena, también es una forma divertida de compartir un momento con tus seres queridos. Y si quieres darle un toque más especial, puedes acompañarla con un buen vino blanco suizo o una cerveza de la región.
En resumen, la raclette es un plato que ha conquistado paladares en todo el mundo gracias a su sabor único y su fácil preparación. Así que no esperes más y anímate a probarla en casa, ¡seguro que te encantará!
